Aplica la honestidad en la escuela. Reconoce frente a tu
maestro lo que no sabes o no entiendes. Si tienes algún problema en casa,
cuéntaselo para que te ayude. Gana tus propias calificaciones: es mejor que
saques una nota baja a través de tu propio esfuerzo (petate honrado), que una
calificación alta copiando a los demás (colchón recriminado). A la hora de
jugar respeta las reglas y pide a los demás que las respeten. Si te enteras de
alguna injusticia (por ejemplo que un alumno molesta o roba al otro)
repórtalo en la dirección.
No guardes secretos. No hay nada en tu vida que debas ocultar o reservar sólo para ti. No aceptes ninguna acción o actividad sugerida por otra persona que te indique que no la cuentes a los demás. No importa quién te lo pida, ya sea tu madre, tu padre, otros familiares, tu maestro o tus compañeros. En general las actividades o “juegos” que se trata de ocultar son perjudiciales o indebidos. Cualquier cosa que hagas puede estar a la vista de los demás, es la mejor garantía de que no hay nada malo en ello.
No aceptes mentiras. Cuando te des cuenta que alguien te está engañando o te oculta una verdad, coméntaselo con respeto y cortesía. Si esa persona se sigue resistiendo a ser honesta contigo es preferible que te alejes de ella, pues no es posible que le entregues tu confianza.
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